La piel y su síndrome post-vacacional
Al llegar de vacaciones la piel se muestra seca y deshidratada, sobre todo si se ha abusado del sol, los baños y el aire libre sin los cuidados adecuados.
S.O.S: ¡Me falta agua!
La piel deshidratada es aquella que pierde agua de forma excesiva. La piel seca tiene menor cantidad de lípidos y, debido a esto, también pierde agua, por lo que a la vuelta del verano, hablaríamos de una piel seca y deshidratada. Esto puede ocurrir en cualquier tipo de piel (grasa, mixta o seca) y es muy frecuente tras las vacaciones estivales, sobre todo si se ha abusado del sol, los baños y el aire libre.
La deshidratación se manifiesta de distintas formas:
- Falta de suavidad y elasticidad.
- Falta de luminosidad, piel apagada.
- Falta de confort, piel tirante, rugosa y a veces descamada. Aparecen “arrugas de deshidratación”, sobre todo en los pómulos y el contorno de ojos.
El nivel de humedad, las temperaturas extremas (tanto altas como bajas), el viento, el sol, la radiación UV, son responsables de la deshidratación de la piel. Todos son factores que favorecen la evaporación de agua y por tanto una piel deshidratada.
El contacto prolongado o repetido con agua debido a una higiene excesiva o a los baños sobre todo en piscinas con cloro, etc. puede conducir también a la deshidratación de la piel. El uso de jabones no adaptados a las condiciones fisiológicas de la piel o elementos abrasivos (exfoliantes agresivos), algunos medicamentos (retinoides, corticoesteroides) o el padecimiento de alguna dermatosis como el ezcema, pueden ser también una causa.
Trucos para rehidratar la piel
Para tratar la piel deshidratada y evitar que los síntomas se agraven, es importante seguir una rutina adecuada, que habitualmente deja de practicarse durante el verano, tanto durante el mismo como a la vuelta:
*Eliminar el maquillaje suavemente para evitar que la piel se vuelva aún más frágil.
*Aplicar una hidratante todos los días, para mantener un nivel adecuado de hidratación y restablecer la función barrera de la capa córnea. La radiación solar también deshidrata la piel, por lo que la hidratante de la mañana debe tener protector solar o se puede poner la crema hidratante y, a continuación, un protector solar (durante todo el año).
*Hay que elegir una textura adecuada a cada tipo de piel, la estación del año o el clima en el que se encuentre. Ante la duda, lo mejor es consultar a su dermatólogo.